LA REALIDAD DE LIDIAR CON UNA TUBERCULOSIS.

Esa noche en medio del roció de gotas de sudor que mojan mi cuerpo y las sabanas en las que me envolvía, me levante como lo hacia una y tantas noches en las que ella perturbaba mi sueño, entre una en sensación de desespero acompañado de angustia. Tuve que cambiarme la pijama y la ropa de cama.

Al día siguiente amanecí sintiendo mi estado de animo mas activo, me organice y me fui a trabajar como solía hacerlo, antes de empezar mi jornada laborar me tomaba otra acetaminofen para así contrarrestar la fiebre que  me moldeaba y me cambiaba. Ese día me fui para urgencias a ver si me atendía, me revisaron, me tomaron los signos vitales y me dijeron que no me brindaran el servicio por que mi EPS no tenia cobertura.

Ese día recuerdo que llovió mucho, tuve que quedarme toda la tarde esperando a que me pudieran atender y a que escampara la lluvia para poderme ir a la casa. Cuando llegue a la casa sentí que no podía ni con mi propio cuerpo,mis pies me cansaban hasta para caminar, una fuerte afección en el pecho que me costaba toser cada vez, era tanta la fuerza que así que me terminaba doliendo la cabeza o vomitando.

No pude dormir porque ella no me dejaba, el cuerpo no me pedía comida, solo liquido y mucha fruta ácida.

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